El Joven prodigio ahora en la Web!!!

Como no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, he creado el anhelado Blog del Joven Prodigio. Acá podrás enterarte de lo último de su vida y sus pensamientos. Esperamos tus comentarios.

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Nombre: marcolico
Ubicación: Conchalí, Santiago, Metropolitana, Chile

7 de abril de 2007

"Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite"




Se supone que Abril es mi mejor mes del año, es decir, donde todo me resulta más fácil y sale como yo lo he planeado, además de traerme agradables sorpresas. Esto lo digo porque durante los últimos 6 años a sido así: Abril es Mí mes y luego, por equilibrio cósmico, tal vez, Mayo es un fiasco. Ya lo tengo asumido y no cuestiono a los planetas por alinearse de esa manera; ya no me canso buscando respuestas del por qué de esto, sólo lo acepto como tal. En fin, digo “se supone” porque este año, al parecer, será distinto. Me he preparado durante estos meses para gozar de las bendiciones de Abril Éxitos Mil para después soportar las canalladas de Mayo. He hablado con mi entorno cercano para contar con su apoyo durante el mes de las vacas flacas, pero al parecer no contaré con todos los hombros necesarios; tendré que idear un plan B para resistir.

Saben, cuando leo este Blog me da lata percatarme de que la mayoría de mis textos son en tono de queja o cuestionamiento, pero es lo más sincero que soy; prefiero aburrirlos antes de contar cosas irreales. En todo caso, tengo ganas de comentar películas, analizar cosillas intrascendentes, hacer reseñas sobre cosas inútiles y freaks y ese tipo de asuntos, pero no se a dado la instancia. Sea como sea, les agradezco que lean esto, sé que son muchas las motivaciones para hacerlo: curiosidad, ocio, morbo, compromiso, etc., pero, aun así, les digo gracias.
Y recuerden no dejar de venir por estos lados y dejar su huella.
Los dejo con una joyita mi agrado.
Eso sería. Opinen.



La Princesa y el Enano


Había una vez una princesa que vivía en un palacio muy grande. El día en que cumplía trece años hubo una gran fiesta, con trapecistas, magos, payasos… Pero la princesa se aburría. Entonces, apareció un enano, un enano muy feo que daba brincos y hacía piruetas en el aire. El enano fue todo un acontecimiento.

"¡Bravo, Bravo!", decía la princesa aplaudiendo y sin dejar de reír, y el enano, contagiado de su alegría, saltaba y saltaba, hasta que cayó al suelo rendido. "Sigue saltando, por favor" dijo la princesa. Pero el enano ya no podía más. La princesa se puso triste y se retiró a sus aposentos…

Al rato, el enano, orgulloso de haber agradado a la princesa, decidió ir a buscarla, convencido de que ella se iría a vivir con él al bosque. "Ella no es feliz aquí" pensaba el enano. "Yo la cuidaré y la haré reír siempre". El enano recorrió el palacio, buscando la habitación de la princesa, pero al llegar a uno de los salones vio algo horrible. Ante él había un monstruo que lo miraba con ojos torcidos y sanguinolentos, con unas manos peludas y unos pies enormes. El enano quiso morirse cuando se dio cuenta de que aquel monstruo era él mismo, reflejado en un espejo. En ese momento entró la princesa con su séquito.

"¡Ah! estas aquí, qué bien, baila otra vez para mí, por favor". Pero el enano estaba tirado en el suelo y no se movía. El médico de la corte se acercó a él y le tomó el pulso. "Ya no bailará más para vos, princesa" le dijo. "¿Por qué?" preguntó la princesa. "Porque se le ha roto el corazón". Y la princesa contestó: "De ahora en adelante, que todos los que vengan a palacio no tengan corazón".

Chema (Fele Martínez), Tesis (1996)
Adaptación breve de "The Birthday of the Infanta", de Oscar Wilde